Existe un planeta llamado Facebook. Muchos seres habitan permanentemente en este planeta. Algunos son residentes temporales y otros, visitantes más o menos frecuentes.
En este planeta hay unas normas de “convivencia” que deberían dictar cómo se conducen tanto habitantes, como visitantes. Pero, claro está, es muy aburrido seguir las normas, así es que muchos las ignoran o las violan abiertamente. Y por aquello de que tenemos derecho y libertad de expresión, cada cual decide como se manifiesta. Esto a veces resulta en sorpresas, WOW, algo que nos gusta, LIKE, algo que amamos, LOVE, algo que nos entristece, SAD, y hasta algo que nos molesta o enoja, ANGRY. Si se trata de algo que realmente nos molesta tanto que no queremos verlo en nuestra página, siempre podemos quitarlo de nuestra vista, HIDE. La verdad es que la cultura de este planeta es muy interesante.
Una de las cosas que más me llama la atención son las publicaciones en las que se nos pide cortar y pegar un escrito en nuestro muro o página. A veces se trata de oraciones de tipo religioso, otras de mostrar solidaridad con una persona, grupo o causa. Son muy utilizadas para alcanzar un número específico de “Likes”.
Muchos de estos escritos contienen información buena, valiosa. Otros, no tanto. Me gusta pensar que por lo general vienen cargados de buenas intenciones. Y lo cierto es que nada como el planeta llamado Facebook para lograr alcanzar multitudes con cualquiera que sea nuestro mensaje.
Pero lo que me llama tanto la atención es que, casi invariablemente, estos escritos vienen acompañados de una expresión negativa y contraria a lo que piden o proponen. Por ejemplo: “Sé que no le darás “like”, porque…”, o “Sólo los que tienen buen corazón…”, o “Sé cuáles de mis amigos o familiares compartirán, o no compartirán…”.
Pero, ¿qué es eso? ¿Hacemos la pregunta, pero tenemos la contestación? ¡Y además, esa contestación es siempre negativa y, en ocasiones, hasta insultante!
Conocí a alguien que decía que a veces nosotros mismos nos cerramos puertas y bloqueamos caminos, nos contestamos no, cuando otros están dispuestos a contestar sí. ¡Cómo vas a pedir algo, decir que sabes que no te lo van a dar, y a la vez insultar al que esperas que te dé lo que pides! ¿Se imaginan a este tipo de personas pidiendo un aumento de sueldo en su trabajo?
Damas y caballeros, y todos los demás, pensemos, analicemos antes de hablar y de escribir. En primer lugar, reconozcamos que el hecho de que pidamos algo que deseamos o necesitamos, no obliga a los demás a complacernos. Todos tenemos la prerrogativa de actuar, leer, comentar, estar de acuerdo, compartir, O NO.
Además, aunque es cierto que algunas personas aceptan ese tipo de presión, muchas la rechazamos totalmente. Eso no conviene, no le hace bien a la causa que se promueve. Si queremos buenos resultados, actuemos y expresémonos de manera positiva. No contestemos en la negativa antes que la pregunta llegue a nuestra audiencia, démosle el espacio de contestar. Y sobre todo, respetemos a los demás.
¿Por qué tiene alguna importancia pensar y comentar sobre esto? Porque lo que sucede en el planeta Facebook es sólo un reflejo de lo que pasa en nuestras vidas a diario, en los demás planetas en que moramos. Vivimos tratando de torcerle el brazo al que tenemos más cerca para que esté de acuerdo o favorezca lo que nos interesa. A veces se nos olvida respetar la independencia de pensamiento y acción de los demás. Y cuando la ejercen, los atacamos. Queremos ser tan asertivos, que confundimos la gimnasia con la magnesia, y terminamos con el resultado opuesto al esperado.
Por mi parte, estoy dispuesta a considerar las ideas de los demás, en ese planeta o cualquier otro, siempre que sean presentadas con respeto y de la forma más positiva posible. Y hasta puede ser que alguna vez les dé un “Like”.
ara 03122017
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